Hace unos meses estaba pasando por una etapa de estancamiento en el negocio. Fue una etapa en la que algunos proyectos que estaban pendientes a concretarse se desvanecieron; estaba inmersa trabajando en proyectos que realmente no me estaban generando ingresos al momento y me sentía bastante frustrada.

Desde que empecé a trabajar por cuenta propia hacen más de 5 años, he tenido mis altas y bajas en el negocio pero en esta ocasión, se me hizo más difícil aceptarla debido a todo lo positivo que he logrado en los últimos años. Para mí era inconcebible que después de haber tenido tanto éxito y después de tantos años, de pronto casi no tenía trabajo y los ingresos estaban mermando.

Cuando esto pasa, pensamos que es un asunto de “marketing”, la “economía” o la “temporada” y buscamos otros factores fuera de nosotros para resolver la situación. En mi caso, aprovechando el tiempo disponible en mis manos, decidí enfocarme en dos cosas:

1. Trabajar en algo importante para mí (mi libro)
2. Trabajar en mí***

Creo que la segunda, fue la decisión más sabia que pude haber tomado. Aunque el cambio no fue de inmediato, gracias al trabajo que realicé en esas dos áreas, logré transformar mi situación, no solo en una de crecimiento económico, sino también de transformación personal y aprendizaje.

En medio del estancamiento, me llegó una promoción de un curso que estaba ofreciendo una gran amiga y colega empresaria. A través de su curso, enfocado en el uso de la escritura como herramienta para sanar, logré realizar el trabajo interior necesario para volver a vibrar en la misma sintonía de la prosperidad y el logro de mis metas.

A través de la escritura logré soltar una serie de emociones que no me estaban permitiendo avanzar. Me di cuenta de cuánto coraje, frustración, tristeza, resentimientos, había en mi interior. De más está decir, que todas estas emociones, aunque cumplen una función en nuestras vidas, están en una frecuencia totalmente opuesta a la de la abundancia y la prosperidad si se sostienen por mucho tiempo.

Una vez cobré conciencia de todo lo que había guardado y escondido en mi interior, me dediqué a limpiar y perdonar. Sané todas esas emociones, logré enfocarme nuevamente en mi propósito de vida y en mis próximos pasos. Elaboré un plan que me emociona a levantarme cada mañana y a trabajar para lograrlo.

En medio de la creación de este plan, recibí el mensaje poderoso de comenzar a poner en práctica algunas de las herramientas que enseño a otros y así lo hice. En menos de dos horas de haberlas implementado, empecé a ver los resultados.

No pasó mucho tiempo en el que todos estos esfuerzos comenzaron a rendir frutos. Aparecieron nuevos clientes, oportunidades de negocio y proyectos. Y cuando eso sucedió, lo hice con más amor y más entrega que nunca. Pues como dice el refrán, “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”.

Puse todo mi corazón y una nueva energía en cada sesión con mis clientes y en cada taller que me tocó facilitar. Pude decirle con toda certeza a los participantes que lo que estaban aprendiendo, FUNCIONA, pues personalmente había experimentado resultados casi de inmediato, y también lo había visto funcionar para muchos otros en múltiples ocasiones. Las oportunidades han continuado fluyendo y aumentando, y estoy convencida que cerraré este año en victoria.

Toda esta experiencia me llevó a ver todo desde otra perspectiva y me cambió. Aunque fue un período difícil, estoy incluso agradecida por la experiencia; pues me permitió hacer un viaje de introspección y descubrir aquello que debía sanar y transformar para llevar mi negocio al próximo nivel y conquistar nuevos horizontes.

Cuando decidí tomar el curso de mi amiga, ni tan siquiera estaba consciente de TODO lo que tenía que sanar en mi interior. Sin embargo, estoy feliz de haber respondido a las señales del universo y encontrar nuevamente el camino del amor por lo que hago, el servicio a los demás y la prosperidad. Me alegro de haber buscado el APOYO que requería para transformar la situación en una positiva. Luego de todo esto, me siento más enfocada que nunca y lista para crear una nueva historia para mí y las personas a las que sirvo.

Mi mensaje para ti es que muchas veces las herramientas para resolver nuestros problemas, las tenemos disponibles a nuestro alrededor, puede ser un amigo, un blog post, un curso o taller, un libro, o una sesión con un coach. Si no estás satisfecho con tu situación actual, te aseguro que hay una solución y la gran mayoría de las veces, solo la encontrarás cuando realices ese trabajo interior y pongas en práctica lo aprendido.

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©Mariely Sylvette Martínez