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La Semilla

¿Alguna vez has sembrado una semilla? El año pasado comencé a hacer un huerto casero, me entregaron unas semillas y un semillero ya con la tierra preparada para colocar las semillas y así lo hice. Como te imaginarás esperé varios días emocionada, incluso creo que hasta pasaron un par de semanas antes que éstas germinaran y se pudieran ver las espigas brotar de la tierra en busca del sol, y luego tomaría unos 3 meses adicionales para ver los frutos.

Traigo este ejemplo porque al igual que las semillas y las plantas, el éxito, la prosperidad y la transformación personal, requieren que cultivemos el arte de la paciencia. Hay que hacer lo propio y confiar en que dentro de esa semilla que hemos plantado o estamos plantando, aunque no lo veamos en el momento, existe el potencial de que nazca una planta o un árbol que crecerá y dará frutos.

Las semillas no germinan en 24 horas; requieren de varios días para nutrirse y generar las condiciones para que germine esa planta (invisible a nuestros ojos) que habita en su interior. De igual forma, el éxito personal y/o profesional o en los negocios toma tiempo al igual que cultivar nuestras relaciones (en especial las de negocio), las ventas y desarrollar nuestro liderazgo y potencial personal.

Pienso que cada uno de nosotros somos la semilla y en nuestro interior habita la mejor versión de nosotros mismos.  Una versión que, al igual que el árbol, es invisible a nuestros ojos pero eso no significa que no se encuentre allí. Y para que esta germine y florezca es necesario nutrir esa semilla a diario; es necesario nutrir el corazón de la semilla.

¿Cómo podemos nutrir y cuidar la semilla?

  • Preparando el terreno: En ocasiones, hay que hacer cambios a nuestro alrededor, como por ejemplo, alejarnos de las personas tóxicas y que nos drenan nuestra energía y nuestros deseos de ser mejores; cambiar de casa o vecindario; o hasta cambiar de empleo.
  • Solo absorbiendo los nutrientes de la más alta calidad: Cuida lo que llega a tí a través de tus sentidos (ojos, oídos). Cuida lo que consumes en los libros, la música, los periódicos, la radio y/o la televisión. Opta por contenido que edifique tu vida y la de las personas que te rodean.
  • Eliminando las malas hierbas: Observa lo que sale de tí: tus pensamientos y tus palabras. Nuestros pensamientos y nuestras palabras pudieran convertirse en nuestro destino si no las reconocemos y controlamos a tiempo. Que tus pensamientos y palabras te edifiquen a tí y a los demás.

A veces es necesario reconectar con ese roble o esa hermosa y maravillosa planta que llevamos dentro. En ocasiones, me parece que olvidamos lo grandes que podemos llegar a Ser.

Recuerda que Roma no se hizo en un día y la construcción de muchas grandes edificaciones comienza con la colocación de la primera piedra. En otras palabras, ese primer paso podemos darlo HOY y continuar el camino sin prisa pero sin pausa, si queremos disfrutar de una transformación personal que sea real y duradera.

Nota: Esta entrada fue publicada originalmente en mi grupo privado Empowered for Your Success como parte del Juego de la Prosperidad, y estaba enfocada en ese tema. La nota fue modificada para ser publicada con un nuevo enfoque en este blog.

Mariely Sylvette es coach de liderazgo certificada, conferencista y facilitadora de talleres de estrategias para el éxito, asesora en comunicaciones y relacionista profesional.  Cuenta con una carrera de cerca de 20 años de experiencia en diversas áreas.  Ayuda a profesionales y empresarios a optimizar su liderazgo y éxito, así como sus estrategias de atracción de clientes y oportunidades de empleo o de negocio, destrezas de comunicación y mercadeo personal. Además, es la co-productora y una de las conductoras del programa en podcast, Divinas y Empresarias ¡como tú! Escucha el programa en Ivoox o Soundcloud.

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